La Navidad es un momento para brindar, agradecer y disfrutar, cada uno desde la realidad que le toca. Durante muchos años hubo un sector que padeció porque el disfrute desaparecía cuando empezaba el estruendo de los cohetes. Los que más sufrían eran las personas que tienen Trastorno del Espectro Autista (TEA), que debían mantenerse aisladas debido a su hipersensibilidad auditiva. Por supuesto que también lo sufren otras personas con distintas enfermedades o simplemente porque son sumamente sensibles a los ruidos, y para ellos el estruendo no es una diversión.
Este año, por fin, fue diferente y se sintió el impacto de la ley provincial que limita el uso y la comercialización de la pirotecnia y prohíbe la que es ruidosa.
Testimonios
“Esta vez no duraron ni 20 minutos los cohetes y eran mucho más tranquilos”, dijo María Belén Cuezzo, mamá de Bernardita Gramajo Cuezzo e integrante de ANIA (Ayuda para niños con autismo). No obstante dijo que el parámetro lo dará la fiesta de Año Nuevo, en la que habitualmente el uso de pirotecnia es mayor.
ANIA fue una de las asociaciones que trabajaron en una campaña para generar conciencia entre los ciudadanos del impacto negativo que provoca la pirotecnia en algunas personas y en los animales.
A Bernardita le diagnosticaron TEA a los tres años, actualmente tiene 11 y es la primera vez que puede pasar una Navidad más tranquila. Durante todos estos años su familia pasó las Fiestas encerrada en una habitación lo más alejada posible de los ruidos, acudiendo a distintos métodos para calmar el sufrimiento de la niña.
María Belén afirma que años anteriores, la duración de los estruendos era de aproximadamente 40 minutos a una hora.
Por su parte, María Eugenia Ferraris, mamá de Nicolás Rollan sostiene “En estas fiestas tuvimos la posibilidad de disfrutar todos en familia a las 12. Se notó la presencia de pirotecnia solamente luminosa, muy pocos sonidos fuertes, los que había eran bastantes tolerables”, dijo. Esta familia también tuvo que pasar las Fiestas durante muchos años aislada en una habitación abrazando y conteniendo a su hijo, según cuenta Eugenia.
Por otro lado, hay quienes creen que la disminución del uso de la pirotecnia en las Fiestas de este año es causada por varios factores. Este es el caso de Mirian Molina. Desde su punto de vista, más allá de las campañas y la aprobación de la ley, los ánimos de festejos en este año difícil se vieron afectados por las pérdidas personales que muchos tucumanos padecieron y la crítica situación económica que atravesamos como sociedad.
Sin embargo, según se puede leer en comentarios de LA GACETA, las opiniones con respecto al uso de la pirotecnia sonora en Tucumán fueron variadas, algunos ciudadanos confirman que en ciertos barrios de la provincia no hubo diferencia con años anteriores, aunque en general se afirma lo contrario.
Por otra parte, también hubo otro efecto positivo como resultado de esta campaña en contra de la pirotecnia estruendosa. Según cifras oficiales, y tal como se registra en una nota de LA GACETA, cuatro niños fueron asistidos por lesiones provocadas por cohetes. Dos de ellos fueron atendidos en el Hospital de Niños; los restantes en los centros médicos del Este y de Concepción.